Acuerdos de Riesgo Compartido: “Más marketing que ciencia”

Entrevista en Salud+Economía. Leer más.

Nos expresa Oriol Solà-Morales, director de Health Innovation Technology Transfer, (www.hittbcn.com)  empresa puente entre las siglas “R+D”, pues aplana el camino entre los desarrolladores de tecnologías y los sistemas sanitarios. Con una máxima: “Innovación y legitimación de las tecnologías buscando su interpretación útil en el mercado sanitario”.

Y por haber contribuido con un Acuerdo de Riesgo Compartido (ARC) al escaso sumatorio de ejemplos es crítico con su utilidad, “pues la única incertidumbre es el ahorro conseguido por parte de la administración” -ante la poca transparencia, una vez cerrado el acuerdo, ¿quién garantiza que sea el mejor precio?- Y sí, en cambio, “el promotor del acuerdo -normalmente el laboratorio farmacéutico- consigue un buen posicionamiento de marca y una cuota de mercado, situándose además en la frontera de la contratación innovadora”.

Crítico en el sentido de que los ARC “no son más que una fórmula para reducir los fracasos terapéuticos” pero entiende, que evolucionarán “incorporando la evaluación continuada de resultados, con un nivel de automatización sobre el propio paciente más elevado y una manejo del big data más pormenorizado”.

Pero vaticina que los ARC “serán substituidos por acuerdos de descuento, más sencillos y asequibles al no acarrear costes de transacción”, y por “el temor de la administración a ser monitorizada por terceros ante el debate mal solucionado de sobre a quién pertenece la información del paciente y a quién sirve” y que “mutarán hacia acuerdos de Compra Pública Innovadora donde se pretenden casar elementos de salud pública y de prevención dentro de la propia solución a aportar por la industria” a pesar de “la incapacidad del propio sistema sanitario de delimitar su cartera de servicios”.

Insiste en que la industria fabricante “debe involucrase en la dinámica del sistema sanitario, colaborando en el modelo asistencial pues el entorno sanitario es muy analítico y debe conocerse si lo que ofrece sirve para algo”. Hasta ahora “se ha desinvertido mucho en salud y los fármacos son los que más lo han sufrido, pero los cambios estructurales no se han producido, hecho evidente pues una positivación del PIB se ha trasladado directamente a un incremento del consumo de medicamentos”.